La radio sigue siendo una herramienta de comunicación fundamental y por ende los radioaficionados son imprescindibles. Concepción del Uruguay tiene su Radio Club – LU5JU, a los que hacemos llegar nuestro saludo desde 03442 en nombre de toda la comunidad.
La radio tiene el encanto de ser un medio de comunicación tradicional, que a pesar de todas las nuevas tecnologías, conecta con el público utilizando un solo recurso: la voz.
Desde sus comienzos, la radio ha sido siempre, a pesar del avance tecnológico, un medio de comunicación vital entre el campo y la ciudad. Sobre todo en aquellas regiones donde las distancias son extensas y la modernidad se demora.
Qué hace los radioaficionados
Los radioaficionados intervienen con sus estaciones y equipos, donde convocados o no, prestan su servicio en situaciones de emergencias, catástrofes u otras necesidades donde las comunicaciones tradicionales cesan o no se cuenta con ellas.
Destacamos entonces con esto, que la actividad no es un hobby, sino un Servicio, en el que el radioaficionado pone a disposición sus equipos y conocimientos, para ser utilizados por la comunidad.
El 15 de octubre de 1913, el Ministerio de Marina regulaba el espectro radioeléctrico y fue quien otorgó la primer licencia de radioaficionado a Teodoro Belloq. Éste instaló una estación radio telegráfica en Av. Callao al 1600, y otra en una quinta en San Isidro.
El 21 de octubre de 1921 se reunía un calificado grupo de radioaficionados, se funda el Radio Club Argentino, el tercer radio club del mundo en la historia de la humanidad, luego de Inglaterra (Real Society Great Britain) y de Estados Unidos (American Radio Relay League).
El “Día del Radioaficionado Argentino” fue instituido por la Tercera Convención Argentina de Radioaficionados, celebrada en la ciudad de Mar del Plata del 4 al 14 de noviembre de 1950.
El satélite argentino el Lusat 1 (uno de los 7 que fueron enviados y el primero por Argentina) lanzado en enero de 1990, mediante un cohete Ariane, fue desarrollado por un grupo de radioaficionados argentinos, mediante Amsat Argentina y construido en parte en nuestro país y el resto en Boulder, Colorado.
La misión del mismo, que aún funciona a pesar de que sus baterías operan a una fracción del poder inicial, es la de proveer comunicaciones en packet (mensajes por paquete) a todos los radioaficionados del país y del mundo. Fuente TN
El Senado de la Nación
DECLARA:
Su adhesión a la conmemoración del Día del Radioaficionado Argentino, que se celebra el 21 de octubre de cada año desde 1950 y ponderando las tareas y servicios que cumplen en situaciones de emergencia.
Horacio Lores.
FUNDAMENTOS
Sr. Presidente: Es de importancia la tarea que realizan los radioaficionados, ellos son los que posibilitan la comunicación entre remotos lugares. Un buen ejemplo es la Antártida. Desde allá guardan gratitud y reconocimiento a los Radioaficionados, porque ellos fueron un nexo con sus seres queridos, acercándolos con afecto en la distancia y el tiempo. Buscando antecedentes en el pasado, sobre esta actividad, los encontramos a principios de siglo, el Ministerio de Marina regulaba el espectro radioeléctrico y fue quien otorgó la primer Licencia de Radioaficionado a Teodoro Belloq, el 15 de Octubre de 1913. Éste instaló una estación radiotelegráfica en Av. Callao al 1600 de la Capital Federal y otra en una quinta en el Partido de San Isidro, Provincia de Buenos Aires.
Los radioaficionados eran un grupo chico y conocido por hacer cosas raras, algo así como los alquimistas del 1900: Arlía, Archevala, los hermanos Evers. Seeber, Arévalo, Guerrico. Un calificado grupo de radioaficionados se reunió el 21 de octubre de 1921, los primeros en el aire, que en asamblea realizada en el salón de actos del Diario «La Prensa», funda el Radio Club Argentino, el que pasaba a ser históricamente el tercer radio club del mundo, luego de Inglaterra (Real Society Great Britain) y de Estados Unidos (American Radio Relay League).
El Día del Radioaficionado Argentino fue instituido por la Tercera Convención Argentina de Radioaficionados, celebrada en la ciudad de Mar del Plata del 4 al 14 de noviembre de 1950.
Los radioaficionados intervienen, en innumerables situaciones con sus estaciones y equipos, donde convocados o no, prestan su servicio en situaciones de emergencias, catástrofes, u otras necesidades donde las comunicaciones tradicionales cesan o no se cuenta con ellas. Destacamos entonces con esto, que la actividad no es simplemente un hobby, sino un servicio, en el que el radioaficionado pone a disposición sus equipos y conocimientos, para ser utilizados para la comunidad, por tal motivo.
Esta es una actividad que ha sido muy útil antes de la aparición de los celulares y la Internet; y lo seguirá siendo pese a ellas, pues en caso de catástrofe, cuando dejen de funcionar, solo los radioaficionados podrán estar en el éter y con su ingenio pondrán a andar sus equipos y colaboraran desinteresadamente como siempre. También es una actividad que se hace con mucha pasión, que genera la posibilidad de poder compartir una buena conversación con amigos de todas las latitudes.
Por todo lo expuesto, solicito a este honorable cuerpo la aprobación del presente proyecto.
Horacio Lores