Las emociones y el orgullo de una familia uruguayense se sacudieron en la mañana de este martes, cuando cerca del mediodía sonó el teléfono en la casa de Elsa Carmona. Desde Cancillería de nuestro país le informaron que los restos exhumados correspondían a quien fuera su esposo, el cabo Carlos Misael Pereyra, uruguayense caído en la guerra de Malvinas. La espera que duró 39 años se terminaba y la incertidumbre y angustia del no saber, se transformaron en sentimientos mezclados con lágrimas y sonrisas.
Elsa Cremona, que fuera la esposa del Cabo Pereyra, en una charla mano a mano con 03442 cruzada siempre por la inevitable emoción y las lágrimas soltó sus sentimientos.
“Yo nunca tuve una tumba para despedirme y cada vez que se hacía un acto yo miraba al cielo, que era el lugar donde yo podía encontrar algo que me llevara a él. Ni siquiera la medalla identificatoria que llevaban. Por eso yo le decía a mis hijos que cuando me muera, me cremen y tiren las cenizas al rio, que de alguna manera iba a llegar a Malvinas”. dijo con sus ojos cargados de lágrimas.
SU relato continuó entre cortado y dijo «La esperanza fue cuando le pidieron sangre a mi hijo y luego se comunicaron, desde Cancillería, que estaban en gestiones para conseguir la autorización de la familia Sánchez y así realizar la exhumación en una tumba, lo que fue autorizado y desde hace un par de meses que estaba con la incertidumbre, la angustia, deseos y emoción”. Ese tiempo llegó al final con la esperada noticia “en un momento me comunicaron que encontraron seis cuerpos y ahí dije “ahí está”, porque era seis los que iban en el helicóptero. De todas maneras fueron muy cautos, que no nos ilusionemos antes ni nada por el estilo, se portaron bien con nosotros nos informaron mucho. Hasta que hoy al mediodía, yo ya cuando Mariano Flores de Cancillería me dice que tenía una noticia me imagine que era positivo. Ellos saben de estas cosas y de a poco te van preparando. Fuimos los primeros y nos pidieron que no lo divulguemos hasta que saliera de manera oficial”. La confirmación llegó cerca del mediodía como bien dice Elsa “desde las 11.40 de la mañana que estamos llorando y es una mezcla de sentimientos…estamos felices”.
Descansará en Malvinas
Con firmeza y temple, el mismo que mostraron sus hijos, Elsa expresó que “firmamos, los chicos y yo, que los restos queden allá, en esa tumba, porque hace 39 años que ellos están juntos allá. Van a quedar en Darwin porque Carlos fue a pelear ahí, porque él consideraba a Malvinas un pedazo de la Argentina. Ahora descansa tranquilo allí y nuestros rezos los vamos a dirigir. Es una decisión de los cuatro, sin discusión, ya bastante tomé decisiones cuando ellos fueron chicos. Él ahora está descansando y sabemos donde está”.
Reinició su vida
Ante la consulta de 03442, Elsa contó que volvió a formar pareja y por eso cuenta que en su casa “lloramos todos con la noticia, mi pareja me abrazó emocionado conmigo porque el recuerdo de Carlos nunca se fue de casa. Tuve dos hijas con mi nuevo esposo y se quieren con sus hermanos. No se si tuve la gracias de Dios o la inteligencia mía de mantener el recuerdo de Carlos vivo en casa y fue el médico de mis hijos me dijo que nunca evite hablar de Carlos con los chicos. Cuando me volví a enamorar le dije a él que si quería que los chicos lo quisieran, respetale la memoria del padre. Me cuestionaban que llevaba a mis hijas que tuve con mi nueva pareja a los actos de Carlos y yo le dije que si yo a tres Pereyra les enseño que respeten al Albornoz, a las dos Albornoz les voy a enseñar que respeten al Pereyra. Por eso son 5 hermanos porque son hermanos. Este fue a tal punto que una de mis hijas del segundo matrimonio, decía que tenía dos padres, el que estaba presente y el que estaba en el cielo”.
«Yo viví un gran amor con Carlos y por eso tuve tres hijos y nunca pensaba que volvería a formar pareja, pero me volví a enamorar y tuve dos hijas más. Hoy los hijos varones de mis primeros hijos, son ahijados de mi segundo esposo, lo que demuestra el cariño que todos tienen en esta familia», finalizó Elsa.
La emoción de la hija
Verónica Pereyra, hija de Carlos, también participo de la charla con 03442. Ella es suboficial de Gendarmería Nacional, al igual que su hermanos Carlos y tal cual fuera su padre Misael.
Más allá de la firmeza o temple que pueden demostrar como profesionales, Verónica no podía disimular su emoción, más aun que la noticia llegó justo este martes, cuando cumplía años, sin dudas un regalo inesperado.
“Esto me cuesta mucho. Mas allá de que como todo gendarme trato de ser más aplomado o aplomada, pero hoy me superó ya que son muchos sentimientos acumulados por muchos años. Todos los días un acto como gendarme, pero también soy la hija y me cuesta no llorar hoy. Tengo cuadro de él en casa y también en la guardia del escuadrón y un busto. Siempre le hablo. esto es algo muy bueno y positivo. Hemos llorado mucho y ha sido el mejor regalo de mi vida”.
Su hijo Marcos
Marcos, oficial de la Policía de Entre Ríos con prestación de servicio en Concordia, viajó este martes al conocer la noticia, para reuniese con su familia.
Marcos no pudo evitar que su emoción lo llevara a las lágrimas antes de iniciar el diálogo.
“Lo que más me angustia es no recordar nada de mi viejo. Solo tengo un par de fotos y un casete con un audio que dejó antes de irse a Malvinas y después la mente en blanco. Siempre quise cerrar el círculo. Siempre quise que lo encuentren”.
Marcos recordó que en el 2019 viajó a Malvinas con su hermano y fueron al Cementerio de Darwin y cuando todos los que estaban iban a las tumbas de sus familiares, ellos no tenían donde ir, por lo que eligieron una al azar para ir a reza.
«En el momento que estábamos frente a la tumba, llegó el oficial británico que diseñó el Cementerio de Darwin y nos preguntó quienes éramos. Le contamos y dijimos de nuestro padre y nos dijo que en esa tumba en la que elegimos por azar, había cuerpos que serían exhumados y podían llegar a ser de gendarmes. Mi hermano apoyó la mano en la tumba y me dijo «aca está papá» y nos retiramos».
El paso del tiempo le dio la razón y ese lazo de padre e hijo se terminó de cerrar este martes, y nace la esperanza de volver a las Islas Malvinas y ahora sí, rezar frente al lugar de descanso eterno.