Plata para el seleccionado Sub16 de básquet con el uruguayense Juan Respaud

Más allá de perder la final, esta Selección de pibes disputó un Premundial excelente, con grandes actuaciones y funcionamiento colectivo. Análisis del partido y el balance de lo que significa algo así.

No pudo ser para Argentina en la gran final del FIBA Américas U16 de Xalapa. Cayó ante Estados Unidos por 90-75 y finalizó en la segunda ubicación del torneo, detrás del siete veces campeón que marcha invicto en la historia del certamen (récord de 37-0). Tiziano Prome, elegido en el quinteto ideal, se destacó con 15 puntos y 6 rebotes. Juan Bocca sumó otros 15 con cinco triples y Drazen Sinigoj acompañó con 14 unidades. Enorme torneo de los dirigidos por Leo Gutiérrez, que volvieron a competir tras dos años y jugaron un torneo excepcional, en el que finalizaron con récord de 5-1 y consiguieron con creces los objetivos. Un rendimiento, individual y colectivo, que ilusiona de cara al futuro.

La final

El trabajo defensivo de Argentina en el primer cuarto fue conmovedor. Le bajó las revoluciones al rival e impuso su ritmo. La tarea en los rebotes también fue impecable y la ejecución contra la temible presión todo el campo no mostró fisuras. Y para colmo, cayeron cuatro triples en el segmento que permitieron a Argentina cerrar el primer cuarto arriba por 20-11. En el segundo parcial, reaccionó Estados Unidos, que repitió la receta, intentando presionar y correr. Si bien la ejecución Argentina rozó la perfección, el desgaste comenzó a sentirse. Con él, aparecieron las pérdidas y cayó la efectividad. El rival aprovechó para imponer su juego, a pesar de no estar fino en ataque. Con un parcial de 19-11 volvieron al juego. Pero de la mano de Prome, que se animó al duelo físico, lideró la ofensiva y mantuvo a Argentina al frente al entretiempo por 31-30.

Al regreso de los vestuarios, Estados Unidos empezó a encontrarle la vuelta. La clásica presión que suele arrasar rivales empezó a conseguir resultados porque Argentina, algo cansada, ya no tenía tanta claridad. De todas formas, el trámite fue parejo hasta los últimos minutos, en los que los estadounidenses tomaron envión y se escaparon por 59-50. El comienzo del cuarto segmento fue un concierto de triples. A Estados Unidos se le abrió decididamente el aro, pero con Juan Bocca a la cabeza, Argentina siguió respondiendo y no dejó que el rival se escapara. Pero la esperanza duró poco. Los chicos sintieron el desgaste y su rival sacó una ventaja decisiva, con la que ya no miró atrás, estampando el 90-75 final.

El torneo

Fue el séptimo título consecutivo para Estados Unidos, que se mantiene como el único campeón en la historia del torneo. Para Argentina, la experiencia resulta inmejorable. Cuarta medalla de plata en el certamen, clasificación al Mundial del año próximo, prometedores rendimientos individuales y gran funcionamiento colectivo. En un contexto de extrema incertidumbre, el equipo de Leo Gutiérrez consiguió lo que fue a buscar: volvió a competir oficialmente, le dio rodaje a una camada interesante, se aseguró un año más de trabajo, ganó experiencia y para colmo, se dio el gusto de jugar una final contra la principal potencia formativa de este deporte. Y ahí tampoco desentonó, dio pelea ante un Estados Unidos acostumbrado a golear. Lideró por un tiempo, batalló hasta donde pudo y vendió cara su derrota. Fue el total más bajo de puntos de su rival en el certamen y la menor diferencia en sus seis victorias.

Tiziano Prome fue elegido en el quinteto ideal, tras de promediar 11.4 puntos con 7.2 rebotes y de romperla en la final con 15 unidades y varias acciones brillantes. Pero no fue el único punto alto de Argentina, cuya principal fortaleza radicó en la profundidad del plantel y las variantes ofensivas. Cinco jugadores promediaron arriba de los 9 puntos: Lucas Giovannetti promedió 12.2 puntos y 3.8 rebotes, Juan Respaud tuvo tuvo 11.5 tantos, 3.5 recobres y 3.5 asistencias, Juan Manuel Bocca alcanzó los 12.7 puntos, 41% triples y 3.2 rebotes, y Juan Peral cerró con 9.2 tantos, 3.8 recobres y 3.7 asistencias. Pero no fueron los únicos que se destacaron… Además, el equipo jugó un básquet de buen nivel colectivo, sobre todo en media cancha, un área difícil en categorías formativas. Las sensaciones son de orgullo, alegría, ilusión y entusiasmo. La camada sumó una gran experiencia que seguramente servirá de motivación para seguir trabajando de cara al próximo desafío.

POSICIONES FINALES
1- Estados Unidos (6-0)
2- Argentina (5-1)
3- Canadá (4-2)
4- República Dominicana (3-3)
5- Brasil (3-3)
6- México (1-5)
7- Puerto Rico (2-4)
8- Chile (0-6)

Fotos: Gentileza de FIBA