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Otro golpe a la Defensa del psicólogo Enrique Barés, acusado de abuso sexual a tres menores de 9, 6 y 4 años, hecho ocurrido hace 20 años y denunciados en 2019. Este jueves se confirmó que el intento del doctor Jorge Omar Torres, apelando lo dispuesto oportunamente en el Juzgado de Garantías a cargo del doctor Gustavo Díaz, que denegó el pedido de prescripción del delito, volvió a ser rechazado.
Como se recordará, la Defensa de este individuo presentó la apelación y esta fue tratada días atrás ante la vocal de la Cámara de Apelaciones de Concepción del Uruguay, doctora Evangelina Bruzzo, quien tras escuchar los alegatos del doctor Torres y la fiscal interviniente, doctora Gabriela Seró, pasó a un cuarto intermedio para analizar el caso y dar su veredicto, lo que sucedió este jueves pr la mañana, dictaminando no hacer lugar al recurso de apelación interpuesto.
De esta manera es el segundo juez que considera que no hay prescripción del delito imputado a Enrique Barés, por lo que deberá responder ante la Justicia por estos aberrantes hechos.
Bruzzo consideró que la medida dispuesta oportunamente por el doctor Gustavo Díaz era razonable a derecho, por lo que ahora habrá que esperar los pasos a seguir por la Defensa que podría recurrir en Casación ante el Tribunal de Concordia.
la resolución del Juez de Garantías constituye una derivación razonada del derecho vigente con estricta aplicación a las a las constancias de las causas”, con lo cual confirma resuelto oportunamente por el Dr. Díaz.
El caso
Como se informara oportunamente en 03442, todo comenzó cuando las jóvenes que fueran víctimas en su niñez, tomaron el coraje para denunciar a este individuo, en 2019.
Enrique Barés es psicólogo y docente en Psicología, profesor de grado en las Facultades de Psicología y de Humanidades y Artes de la Universidad Nacional de Rosario (UNR, donde fue secretario académico y secretario general.
Nadie sospechaba de los actos aberrantes que se le atribuyen, que consisten en haber abusado de las menores entre 2001 y 2003, siendo dos de ellas hermanas e hijas de una pareja de psicólogos de Concepción del Uruguay con quienes Barés tenía una profunda amistad y por eso gozaba de una total confianza a tal punto que paraba en casa de estos cuando venía a dictar clases a la UTN.
Las jóvenes decidieron denunciarlo, cuando después de muchos años, lo volvieron a ver casualmente en un encuentro con su padre y luego que ambas jóvenes radicaran la denuncia se conoció un tercer caso que fue la hija de quien en ese entonces era pareja del psicólogo.
