El 1º de julio de 1974 falleció el Tte. Gral. Juan Domingo Perón, presidente en ejercicio de la Nación, enfermo y sabiendo que tenía poco tiempo de vida , había regresado poco más de un año antes al país, un país convulsionado por el accionar de la organizaciones guerrilleras, y esperanzado en su regreso.
Después de 18 años de exilio, y una autocrítica que no se plasmó en palabras sino en hechos, el abrazo con Balbín no fue para las fotos, fue un gesto sincero de ambos, dispuestos a superar diferencias y buscar un futuro cierto y próspero para del país, luego del fracaso de Campora en la interpretación de la intenciones y propósito del líder, aun sabiendo que su salud no se lo permitía, asumió el desafío de la conducción del país; El Dr. Araras lo ha manifestado en varias declaraciones sobre el tema, el Gral. , se quejaba del poco tiempo de lucidez que tenía a diario, y posiblemente haciéndose cargo del error propio al designarlo a Campora como candidato tomo la decisión de ser presidente. Párrafo aparte, sin dudas la palabra de Evita, aun muerta valió para que sea el elegido, ella siempre valoro la lealtad del “Tío”.
Sin poder pacificar la Nación, desoído por los propios, y con los anti agazapados, sus acciones de gobierno se diluyeron, aunque con él vivo los factores económicos guardaron cierto recato y acompañaron en parte sus medidas, las acciones más nefastas estuvieron a cargo de la organizaciones terroristas, fueron las de izquierda (ERP) y otras que supuestamente lo eran (Montoneros) la que atacaron primariamente su gobierno, el ERP tenía desde siempre su postura política violenta y sectaria y no la disimulaba como en parte lo hicieron los Montoneros, con el solo propósito de infiltrarse en el peronismo y desde allí avasallar al pueblo. Amparado en su supuesta lealtad a Perón, López Rega organiza como respuesta la Triple A, de extrema derecha y el país, comenzó a vivir una etapa donde la muerte gano espacio en la cotidianidad.
Lo canallesco de todo esto, es que los sectores internos del peronismo que participaban de esta contienda fratricida lo hacían en nombre de Perón. Con la muerte del General, la lucha se incrementó, y se le incorporo un factor más, las Fuerzas Armadas, dispuesta a la toma del poder, tal como se lo manifestara el Almte. Massera al ministro Cafiero apenas los médicos informaron del deceso del presidente. Consecuentemente con esto estallo el acuerdo social, y al desastre de la violencia del terrorismo se le sumó el económico. En medio de la violencia generalizada, con esos sectores internos del peronismo que se disputaban el poder a los tiros, vino el golpe militar, lo sufrió el pueblo en general y lo sufrió el peronismo en particular.
Y con el retorno a la democracia, la falta de liderazgos claros dentro del movimiento fundado por Perón, posibilito el vaciamiento ideológico, Menen asociado con los factores de poder y con la sola oposición del grupo de los 8 y un sector minoritario del gremialismo, pues la mayoría lo apoyó, como tantos gobernadores, legisladores, e intendentes cómplices, destruyeron la obra de Perón, y tuvieron encima el atrevimiento de hacerlo en su nombre.
A partir de allí el Partido Justicialista, dejó de ser la genuina herramienta electoral del pueblo, con la que acceder al poder y transformar la realidad en favor de la Nación y se convirtió en una cooperativa de acceso al poder y reparto de beneficios socio económicos, para quienes lo dirigen, sus familias y sus amigos, olvidándose del pueblo, siendo hoy pilar, junto a otros partidos políticos, organizaciones empresaria les y gremiales, de la nueva clase social, la clase dirigente, que lejos de aportar soluciones al conjunto, usufructúa de los problemas de los más necesitados en benéfico propio.
Un solo ejemplo es harto elocuente, en 1974 la tasa de desempleo era del 3.9% y la pobreza alcanzaba al 8 %, hoy tenemos un 11 % de desocupación (los planes sociales y de empleo se cuentas como trabajo) y la pobreza llega al 42%. Ha, no quisiera olvidarme de algo, la deuda externa en 1974 era de 4.000 millones de dólares nada más.
El 1º de julio de 1974 murió el líder, el pueblo lo lloró, lo que no nos dimos cuenta, es que con el enterrábamos al peronismo como propuesta política, hoy ser peronista es tener una forma de vida concordante con los principios del movimiento, ser solidarios, compañeros y estar, siempre estar al lado de quien lo necesite, respetando a nuestra nación y sus instituciones, compartiendo sin distinciones de los beneficios que la vida nos otorga.
Elías Antonio Almada
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