La Defensa logró la prisión domiciliaria para sujeto acusado de violentos hechos

Juez G. Díaz, defensor J. Peluffo y fiscal D. Rueda

En las últimas horas tuvo lugar una audiencia en el Juzgado de Garantías de la ciudad de Concepción del Uruguay, ante el juez de Garantías, Dr. Gustavo Ariel Díaz, ante la presentación del doctor José Pedro Peluffo, defensor de David Orlando Lucero de 32 años, para quien solicitó la morigeración de la medida impuesta oportunamente y el cambio por una prisión domiciliaria.

Como se informara oportunamente en 03442, a Lucero, (a) «Carretilla», se le imputan hechos de amenazas.

Los mismos son que en horas de la mañana del día 13 de septiembre de 2020, desde la Unidad Penal Nº4, lugar en donde se encontraba alojado cumpliendo pena privativa de la libertad, la llamó por ex esposa, amenazándola de que le iba a sacar su hijo si no le permitía verlo y si ella no quería volver con él la mataría.

Por otra parte, 21 de enero de 2021, cuando Lucero iba en un Renault Megane de color azul, con fines de amedrentamiento realizó reiterados disparos con un arma de fuego frente a  la vivienda domicilio de su ex pareja, quien en dicho momento se encontraba en el interior.

Como tercer hecho, este lunes 14, aproximadamente las 13.30 hs., cuando su ex mujer se encontraba con su nueva pareja en la vereda de la puerta de su domicilio sito en Barrio La Tablada, Lucero llegó en una motocicleta de color azul marca Yamaha YBR 125, instante que comenzó a amenazarlos con un arma de fuego de puño, lo que motivó que la mujer activara el botón antipánico.

La Defensa

La causa quedó en manos del fiscal Auxiliar N° 4, doctor Diego Eduardo Rueda, que oportunamente solicitó la prisión preventiva, medida que fuera aceptada por el juez, a mediados de junio pasado.

Es así que el doctor Peluffo presentó ante el Juzgado la solicitud de revisión de la medida, dado que, conforme lo establece el art. 366 del CPP., por haber variado las circunstancias iniciales para dictar la medida más importante del proceso, que requiere proporcionalidad y legalidad, y deben existir indicios razonablemente suficientes que permitan suponer en principio la culpabilidad y que en libertad, podría entorpecer la investigación o eludirá la acción de la Justicia.

El defensor hizo hincapié en que no se pudo constatar que su cliente hubiera disparado contra la vivienda, ya que los peritos no encontraron indicios de impactos o vainas, pero al día siguiente, la víctima y su pareja, llamativamente encontraron casquillos de distintas marcas que los peritos no vieron y esto motivó la detención de Lucero, recordando el defensor que es la Fiscalía la que debe demostrar la culpabilidad y no la Defensa la inocencia del acusado.

Para completar su alegaro Peluffo asegura que no hay testigos en la causa que puedan confo¡irmar los dichos de la víctima y su pareja y que nos peritajes de celulares no aportarían elementos de importancia, por lo que solicitó que se le de la libertad a su asistido o que la prisión se cambie a la d domiciliaria.

EL fiscal a su turno se opuso al pedido de la Defensa, argumentando tener pruebas con mensajes y comunicaciones que confirmarían los actos de Lucero y está claro a quién van dirigidos. También dijo que se cuenta con grabaciones de cámaras de seguridad de la zona y si bien las imágenes no son nítidas, sí hace referencia a los horarios donde pasa la moto en la que se desplazaba el agresor, entendiendo que hay pruebas suficientes para acreditar ese hecho.

Oídas las partes, el juez dispuso la prorroga de la prision preventiva del imputado, en orden a los delitos de amenazas coactivas (primer hecho) (art. 149 bis. 2º párrafo) y amenazas calificadas por el uso de arma de fuego (segundo hecho y tercer hecho) (art. 149 bis 1º párrafo) todo en un contexto de violencia de género y arts. 4 y 5 de la Ley 26.485 de Protección Integral a las Mujeres, todo ello en Concurso Real entre sí (art. 55), por el término de 60 días, morigerándolo bajo la modalidad de arresto domiciliario previa implementación de monitoreo electronico, sujeto al cuidado y vigilancia de su madre, en el domicilio de Lacava al 900, pero por lo pronto y hasta que se den las condiciones, continuará alojado en dependencias de la Comisaría Primera