Uruguay: Peligra exportación de cítricos ante riesgo de cuarentenas en la cosecha y planta de empaque

 

Si bien en el sector citrícola se trabaja con cuadrillas de aproximadamente 25 personas, “una sola con síntomas de COVID-19 pone en cuarentena al resto y esa cuarentena impide la cosecha o empaque en el momento de la fruta”, enfatizó a EL TELEGRAFO el empresario sanducero Jumil Crouzet, dejando en claro que podría peligrar la exportación de cítricos dada la altísima ocupación de personas en cosecha y planta de empaque.

El director de Forbel sostiene que la vacunación y los cuidados no farmacológicos deben extremarse, pero el riesgo de pérdida laboral y económica “está en el nivel más alto y próximos a iniciar la zafra”, dijo. “Estamos muy preocupados de poder lograr un alto porcentaje de vacunación entre nuestro personal permanente (65) y zafral (300) que nos asegure la inmunidad de grupo”.
Crouzet también llamó a la responsabilidad “de cada uno y empatía con los demás por el tema sanitario y generación de continuidad en el empleo y en las actividades de exportación”.

Explicó que al estar más al sur en el departamento de Paysandú “la cosecha comienza un poco más tarde”, estimando que el fuerte de la actividad será en torno al 15 de abril.
Se refirió al ritmo de vacunación y de personas que no piensan vacunarse, y la problemática de contar con gente que “está muy expuesta en nuestro trabajo”, lo que de verificarse casos positivos generaría la interrupción de la actividad. Aclaró que “es un producto perecedero que tiene su punto de cosecha, y sobre todo en la exportación, porque si no se cosecha en su momento adecuado, no llega en su mejor estado al exterior”.
Reconoció que es una situación muy distinta a la del año pasado “porque no había la virulencia actual, más allá de que se tomaron todas las medidas, y se continúan haciendo en la actualidad, pero la propagación de contagios por departamentos es importante; Paysandú no es la excepción y está en rojo según el índice de Harvard”.

Más allá de que la cosecha se realiza al aire libre, Crouzet sostiene que el personal se traslada en ómnibus. “Se respetan las recomendaciones sanitarias, como la distancia, tapaboca y alcohol en gel, pero hay contactos que son inevitables. Tenemos claras las normas y se pide que se higienicen permanentemente, pero en el ambiente de la planta de packing el lugar es cerrado, y si bien hay extractores hay una concentración por metro cuadrado muy grande de personas. Hay mamparas divisorias y material de PVC en cada posición de trabajo, pero es un riesgo que se corre”, dijo.
Y puntualizó que “más allá de no condicionar al trabajador a que se vacune para trabajar, queremos proteger a todos y la actividad de la empresa”.

EL PROBLEMA DE LA CUARENTENA
Para la empresa Forbel y las citrícolas que inician la presente zafra de cosecha, dos semanas que estén parados por casos de cuarentena, significa que esa fruta que estaba pronta ya no puede ser exportable.
“Acá la salida para todos es la empatía, la conciencia y el cuidado para que se pueda seguir trabajando”, indica el empresario. “En caso de que una persona de las 25 integrantes de la cuadrilla tenga síntomas, ya debe ingresar en cuarentena todo el grupo, y salir a buscar 50 u 80 personas capacitadas para seguir trabajando en la zafra es casi imposible, afectando esa detención de tareas, porque el producto sigue evolucionando en el árbol, además de ser variedades que maduran distinto en el tiempo”.
Acota que “las que maduraron no se pueden exportar por lo que es una pérdida total, tanto de jornales como para la empresa que no recupera los costos invertidos por generar esa fruta en el árbol”.
EXPORTACIÓN
La zafra de exportación va desde marzo a octubre de cada año. “En 2020 no tuvimos problemas, incluso se ha importado fruta para Uruguay desde España, Egipto y Chile y tampoco sucedieron inconvenientes”, explica.
Los mercados más importantes de Uruguay para los cítricos son Estados Unidos, Unión Europea, Brasil y Canadá. “No hemos tenido señales de que se puedan registrar problemas en el envío de la fruta si se verifican casos positivos en la industria citrícola, y tampoco que puedan generarse problemas en la mercadería que se envía, por la desinfección que se realiza, y la temperatura con la que viaja”. Aunque entiende que si apareció en la carne, “no estamos ajenos a correr ese riesgo”.

Sostiene que el problema que puede acontecer “es que los puertos de destinos no estén operativos por caso de COVID. Ahí no se podría bajar la fruta”, aclara.
Recordó un evento acontecido el año pasado, cuando el penúltimo barco se dirigía a Estados Unidos. “Tras cargar en el puerto de Montevideo, se dirigió a puertos de Brasil y un miembro de la tripulación tuvo COVID frente al puerto de Santos, y al barco se le ordenó hacer cuarentena anclado durante dos semanas”.
Al levantarse la cuarentena, llegó a destino sin problemas, “pero arribó fuera de mercado con algún envejecimiento adicional de la fruta por esas dos semanas más de tránsito”, manifestó Jumil Crouzet.

En pocos días más, Forbel iniciará la presente zafra de cosecha de cítricos en el departamento de Paysandú.