Memoria, cultura y militancia social en la agenda de homenajes de Concepción del Uruguay

Concepción del Uruguay mantiene vivo el recuerdo de ciudadanos que tuvieron gran impacto en la vida social y que se destacaron por sus actos.

Concepción del Uruguay tiene sobre sus hombros el peso de una buena parte de la historia de las luchas por la Independencia y la Organización Nacional. Nombres como Francisco Ramírez o Justo José de Urquiza se encuentran en cada esquina de esta histórica ciudad que los vio nacer.

Sin embargo, también sostiene un estrecho vínculo con la memoria de hechos más cercanos en el tiempo, y con nombres que han sido importantes para el desarrollo social y cultural de la región, marcando ejemplos de lucha y convicciones de vida.

Un listado triste recuerda todos los meses los nombres y las historias de los uruguayenses desaparecidos en esas fechas durante la pasada dictadura cívico-militar. A través de sus rostros se recuerdan vivencias de hijos y nietos de familias conocidas de la ciudad que perdieron la vida en aquellos años.

Por iniciativas barriales también se nominan calles con nombres de vecinos reconocidos en sus propios barrios, o profesionales destacados en las más diversas actividades.

Así es posible encontrar calles con nombres de enfermeras, periodistas, cooperativistas o militantes sociales cuyo trabajo dejó una huella profunda en la sociedad.

Dos décadas sin Pocho

Claudio Lepratti, Pocho, para la memoria colectiva, es una figura que retrotrae a la dolorosa crisis de diciembre de 2001. Él también tiene un espacio importante entre los recuerdos recientes de La Histórica.

Una agrupación de educación popular, centros comunitarios, una plazoleta y un monumento, recuerdan en su ciudad, y en muchos lugares del país, al Ángel de la Bicicleta como un símbolo de la militancia social y la defensa de los derechos de los que menos tienen.

El 19 de diciembre se cumplirán dos décadas de su asesinato por parte de un policía de la ciudad de Rosario en un comedor comunitario donde se alimentaba a un grupo de niños de los barrios más pobres de esa ciudad.

Concepción se dispone a recordar y homenajear su acción solidaria, como así también se preparan actividades para difundir los valores que Pocho dejó a lo largo de su vida.

La Asociación Pocho Lepratti fue recibida por el intendente de Concepción del Uruguay, Martín Oliva, y allí se acordó generar una agenda de trabajo que impulse la difusión de los valores del joven militante. Laura Lepratti, hermana de Pocho y presidenta de la asociación, acompañada por las integrantes Cristina Laurencena y Mónica Amoz, junto al director de Derechos Humanos, Darío Barón, mantuvieron un encuentro esta semana y se avanzó en delinear un programa para llevar adelante.

La Asociación Pocho Lepratti es una agrupación sin identificación partidaria que se dedica a la educación popular, incluyendo la instrucción a través de medios de comunicación, de manera domiciliaria y a través de otros sistemas de llegada directa a quienes lo necesitan.

Biblioteca Félix Gutiérrez

En el corazón del barrio San Isidro, un vecindario emblemático de la zona norte de Concepción del Uruguay, se construirá una biblioteca popular que llevará el nombre de Félix Gutiérrez, un reconocido hombre de teatro y militante social que falleció el año pasado.

Un grupo de artistas que fueron sus allegados, sumados a vecinos del barrio, y una gran cantidad de vecinos de la ciudad, llevaron la iniciativa al municipio sobre la necesidad de generar un espacio propio para la Biblioteca Comunitaria y Centro Teatral Félix Oscar Gutiérrez, como anexo al Salón de Usos Múltiples de San Isidro.

Esto le sigue a la declaración de Interés Municipal que el Concejo Deliberante realizó en 2020 en cuanto a la labor que ya realiza el centro comunitario barrial. De esta manera, la agrupación tuvo la iniciativa como “una necesidad sustentada en el interés por el crecimiento cultural de la zona, la memoria histórica y la continuidad de acciones de actores sociales que defendieron los derechos de accesibilidad a la cultura y educación de los sectores más postergados”, señalan, en referencia al trabajo de Gutiérrez a lo largo de toda su vida.

En el SUM actual se desarrollan actividades como comedor comunitario, actividades sociales, apoyo escolar y talleres, lo que dificulta el óptimo funcionamiento de una biblioteca comunitaria; esto hace necesaria la construcción del anexo para su funcionamiento de manera independiente.

La iniciativa fue presentada tras reuniones con la secretaría de Desarrollo Social y Educación, Marianela Marclay; la directora de Salones de Usos Múltiples, Ludmila Nichajew; y el director de Cultura, Guillermo Lugrin, con apoyo de los concejales Graciela Guerrero y Rodolfo Negri.

Memoria

Desde el área Derechos Humanos de la comuna, todos los meses se recuerda a los uruguayenses desaparecidos ese mes durante la pasada dictadura cívico militar. En febrero, la memoria trajo al presente las figuras de Edgardo Roberto Garnier y Miguel Ángel Domínguez, desaparecidos en febrero de 1977 y 1978 respectivamente.

Garnier desapareció el 8 de febrero de 1977. Se había ido a estudiar Ingeniería en La Plata. Se casó con una compañera de facultad y militancia, Violeta Graciela Ortolani, junto a quien hacía trabajos sociales en las villas. En diciembre de 1976, a los 23 años y con 7 meses de embarazo, Violeta fue detenida y desaparecida cerca de la casa que habitaban juntos. Edgardo las buscó, y también lo desaparecieron a él. La hija de Edgardo Garnier y Violeta Ortolani es la nieta recuperada 126, Adriana Garnier Ortolani, quien recuperó su identidad el 4 de diciembre de 2017. Sus padres continúan desaparecidos pero Adriana visita frecuentemente Concepción del Uruguay para visitar a su abuela Blanca y a su tía Silvia, quienes nunca dejaron de buscarla y de pedir justicia por Edgardo y Violeta.

Miguel Ángel Domínguez, por su parte, fue desaparecido el 3 de febrero de 1978, también en La Plata. Tenía sólo 29 años cuando fue detenido. Fue secuestrado y trasladado al penal de Azul. Militante de Montoneros, con activa participación en el Centro de Estudiantes y de alto compromiso social. En febrero de 1978, como todos los sábados, se publicaban las listas de personas que iban a ser liberadas porque cesaba su arresto a disposición del Poder Ejecutivo Nacional; en esa lista figuraba Domínguez. Sin embargo, su padre lo fue a buscar al penal tres horas antes de su liberación pero Miguel ya no estaba. Desde entonces no se supo más de él.