Covid: Llamativo consumo de medicamento Vermectín de uso animal

Últimamente se está registrando una situación llamativa relacionada al Covid 19, en la cual gran cantidad de personas se fue sumando al consumo de un medicamento para uso veterinario con la creencia de que es una sustancia que cura o previene esta enfermedad.
Según pudo averiguar 03442, se trata del producto inyectable antiparasitario externo e interno “Vermectí”, con contenido de Invermectina.

Por datos obtenidos por este sitio, se supo que el consumo de este medicamento está llevando a agotamiento del stock en comercios de veterinarias de Concepción del Uruguay, con los riesgos que puede representar para la salud al ser suministrado sin control y en dosis excesivas.

Esta droga antiparasitaria, de acuerdo a lo que señala la Sociedad Argentina de Infectología (SADI), es de amplio uso en medicina humana y veterinaria, con dosis definidas para conservar un patrón de tolerancia y seguridad para indicaciones conocidas.
Además de su acción antiparasitaria, la ivermectina es un potencial inhibidor de la replicación viral del SARS-CoV-2. Sin embargo, la evidencia disponible in vitro sugiere que para alcanzar niveles efectivos de ivermectina se necesitarían importantes aumentos y potencialmente tóxicos de la dosis.

Incluso dosis de hasta 10 veces mayores que las aprobadas no alcanzarían las concentraciones efectivas in vitro contra el SARS-CoV-2. Es importante recordar que la ivermectina no es una droga inocua y aún a dosis terapéuticas puede provocar un número frecuente (>10%) y considerable de efectos secundarios adversos, desde leves a graves.

¿Qué es la ivermectina?
La ivermectina es un fármaco antiparasitario desarrollado durante la década de 1970 tras una asociación entre el instituto Kitasato en Japón y Merck & Co. El proyecto fue dirigido por Satoshi Omura y William Campbell, respectivamente. Dado su amplio espectro contra parásitos internos y externos que mejoró la salud de los animales y aumentó la productividad, la ivermectina se convirtió rápidamente en un fármaco de gran éxito en el ámbito veterinario.
Durante la década los 70 del siglo XX, el mundo estaba librando una guerra contra la ceguera de los ríos, también conocida como oncocercosis, una enfermedad causada por el parásito Onchocerca volvulus en áreas rurales y que paralizaba comunidades enteras. Ya se habían logrado algunos éxitos gracias a la participación del Banco Mundial. Pero una vez que se comercializó la ivermectina, se observó que Onchocerca cervicalis, el agente de la oncocercosis en caballos, prácticamente desaparecía en las áreas donde se usaba el nuevo fármaco.
Esto condujo a esfuerzos acelerados para probar la ivermectina en humanos, que terminaron con la aprobación de las autoridades reguladoras francesas a principios de la década de 1980 y fueron seguidos por la decisión sin precedentes de Merck & Co. de donar tanta ivermectina como fuera necesaria, durante el tiempo que fuese necesario, para erradicar la ceguera de los ríos. Esto dio origen al programa de donación de Mectizan. Este programa ha distribuido más de 3.000 millones de tratamientos durante los últimos 30 años y ha contribuido a salvar innumerables vidas durante este período. Posteriormente, el programa se amplió para incluir la filariasis linfática, otra enfermedad debilitante causada por gusanos filarias.
Omura y Campbell fueron galardonados con el premio Nobel de Medicina en 2015 por este descubrimiento, un honor compartido con Tu Youyou, la investigadora china responsable del descubrimiento del antimalárico artemisinina.
Más información sobre el origen y los usos de la ivermectina, aquí.

¿Para qué se usa la ivermectina en humanos?
1. En los EE. UU., la ivermectina se comercializa en dosis de hasta 200 mcg / kg una vez al año para las siguientes indicaciones:
a. Strongyloides stercoralis, un parásito intestinal capaz de causar una enfermedad sistémica grave.
b. Oncocercosis o ceguera de los ríos
2. En Europa, la ivermectina también se comercializa contra la filariasis linfática y la sarna en dosis únicas de hasta 400 mcg / kg.
3. En Australia, se recomiendan 3 o más dosis de 200 mcg / kg en un mes para el tratamiento de la sarna costrosa severa.