Desde el inicio de la pandemia del Covid-19, muchas cosas quedaron truncas a la espera de que mejore la situación. Distintos procesos cayeron en el letargo y fueron olvidados, pero quienes fueron protagonistas esperan que estos recobren su marcha.
Esto es lo que sucede con el repudiable incidente ocurrido en marzo de este año, que 03442 recordó y trató de averiguar en que instancia estaba.
Como se informara oportunamente, un grupo de estudiantes del Instituto San Vicente de Paul de Concepción del Uruguay, agredió a un compañero en los baños del establecimiento, hecho que fue grabado y subido a las redes sociales, con el agravante que la víctima fue un chico de 14 años que tiene un retraso madurativo.
El video se viralizó en Concepción del Uruguay, mostrando el momento que es golpeado por un grupo de tres compañeros del colegio.
En aquel momento, el papá del menor, Cristian Pereyra, denunció que las autoridades se comunicaron primero con los familiares de los golpeadores y que no implementaron ningún protocolo para ayudar a su hijo.
En las imágenes del lamentable video, Mateo Pereyra se ve arrinconado contra una pared mientras un compañero lo amenaza y otros dos estudiantes en el lugar observan el incidente, mientras uno de ellos filma toda la escena. Los agresores se ríen y luego uno toma la iniciativa y comienza a golpear a Mateo, que se cubre con los brazos, mientras los demás arengaban.
El padre del chico agredido dijo en su momento que “Le pegó en la cabeza y si lo hubiera golpeado más, la historia hubiera sido más grave. El compañero sabe del accidente de Mateo y no le importó pegarle en la cabeza, ahí se ve el grado de maldad. Mateo tuvo un accidente, sufriendo un traumatismo de cráneo con estallido de neuronas. Tuvo que volver a aprender a caminar y a hablar. Tiene un leve retraso y a su vez una discapacidad en la vista”, por otra parte Cristian resaltó que su hijo “es un chico encantador, nada agresivo”.
La Justicia
Pereyra recordó que en ese momento, “La escuela tenía conocimiento del hecho y no nos avisaron. Priorizaron llamar a los papás de los agresores antes que darnos conocimiento o contener a mi hijo que es el agredido. El último en enterarme soy yo”, dijo muy dolorido e indignado.
El caso generó el repudio de toda la comunidad y cayó en manos de la Justicia, ya que Cristian Pereyra realizó la denuncia en el Juzgado de Niños, Menores y Adolescentes, al tiempo que hacía lo propio en la Fiscalía a cargo de la doctora Ana Presas.
Según señaló Cristian, la denuncia es contra el establecimiento, los alumnos agresores y sus padres. La familia del menor se constituyó como querellante con un estudio Alejandro Vecchi de abogados de Buenos Aires, pero por razonas de jurisdicción, se contactaron con otro estudio de la provincia para que los represente, Aloy & Dargainz.
Lamentablemente en esos momentos se desató la Pandemia y comenzó la eterna cuarentena, que obligó a suspender el trabajo de la Justicia en muchos aspectos, pero al parecer el caso se reactivaría, ya que los letrados representantes de la familia Pereyra iniciaron nuevas diligencias, por lo que se esperaría que en breve puedan surgir novedades.
Hasta las últimas consecuencias
En diálogo con 03442, Pereyra dijo dolorido que “Está bajo tratamiento con psicólogo y lamentablemente después de lo que paso, nadie pero nadie, de la escuela se acercó en todos estos meses para preguntar algo. Solo lo inherente al desempeño escolar. Lo único que les puedo decir es que se va a llegar a las últimas consecuencias y que se haga justicia”, finalizó.