Por Fernando Spiazzi- En columnas anteriores nos referíamos a la importancia del deporte en el mundo actual, de su probada función saludable y que el deporte no era lo último que tenía que volver.
Con el paso de los meses de una enfermedad que llego en marzo en Argentina y que hoy a comienzos de diciembre todavía no encontró el pico de contagios las realidades se han trastocado.
Hay tantas dicotomías con el actuar de las personas que los comportamientos parecen en algunos casos irrazonables, creo sin lugar a dudas que en esa puja habilitada desde el comienzo de la peste entre economía y salud, lo primero le comienza a sacar ventaja a lo segundo.
Desde esa mirada hoy en la Argentina se sueña con el turismo y el dinero fresco que vendrá del exterior y se construyen protocolos cuando todavía no llegamos al punto máximo de contagios y de fallecimientos diarios.
Se abren bares, restaurantes, salones de fiestas, es decir el 90 por ciento de la actividad económica del país está funcionando.
En estas premisas la realidad es que nos están diciendo que tenemos que convivir con el virus, que en definitiva está con nosotros y que lo único que nos va a salvar es la responsabilidad individual.
El deporte que debe hacer?
El deporte institucional. El reglado ha sido muy respetuoso de los tiempos, ha sido muy respetuoso de los COES, ha bajado la cabeza y ha perdido una batalla enorme con la sociedad, entregándose a la idea popular de que el deporte solo es diversión y que cumple solo fines recreativos, por lo que puede pasar a segundo o tercer plano.
En este punto debemos hacer una diferencia entre el deporte amateur y el deporte profesional, el segundo comenzó a volver, de hecho este fin de semana comenzó la actividad deportiva en AFA sin público se comenzó a jugar la primera fecha.
El deporte amateur espera como única solución la llegada de la vacuna, de la inmunidad colectiva o que la enfermedad se esfume por arte de magia.
Es lógico que debemos ser responsables, que la carga de los dirigentes como administradores de las asociaciones civiles y de los clubes nos obliga a tener responsabilidades mayores que un ciudadano común, no obstante a ello la solución pasa por otro lado, debemos buscar un acuerdo con la sociedad para demostrar lo importante que es la competencia deportiva.
Porque refiero la palabra acuerdo con la sociedad, vamos a señalar algunas realidades.
1 -Nadie pone en tela de juicio que se junten cuarenta o cincuenta personas o más a comer en un comedor o restaurant.
2 -Nadie manifiesta contrariedad en que los balnearios estén o estarán atestados de gente en temporada estival.
3 –Se estimula el turismo nacional e internacional sin restricciones.
Estos tres son ejemplos básicos de lo que pasa y lo que pasara, sin embargo para la sociedad el deporte no debe volver, porque es foco de contagios, es lo que va provocar el descontrol y si los dirigentes toman la decisión de volver a competir son unos irresponsables.
Mencione la palabra acuerdo con la sociedad, porque esta debe comprender de que la mejor forma de poder derrotar esta enfermedad es con un cuerpo sano, que sea capaz de soportar el virus, si este llega a contaminarlo.
Una de las condiciones básicas de tener un cuerpo sano, es practicar deportes, cualquiera que este sea, pero este deporte controlado por profesores, entrenadores y especialistas.
En el caso del futbol la mayoría de las ligas amateur han cerrado sus puertas en este año 2020, creo que ha primado el hecho de no poder tener gente en las canchas, aquí hay un detalle importante para analizar en este verano, los estadios tienen cien metros por cien o más y la cantidad de hinchas que va a la cancha en Entre Ríos es promedio 200 personas por estadios, me pregunto en los lugares turísticos existirá esa distancia social.
El deporte ha perdido una batalla importante con esta pandemia, ha perdido la batalla cultural, quedo relegado muy atrás en las condiciones que se necesitan para vivir.
Quedará mirar por la ventana, esperar pasar noviembre y diciembre y en 2021 encarar una nueva etapa para volver a insertarnos en la sociedad con nuevos parámetros y nuevas ideas.
POR AHORA EL DEPORTE AMATEUR HA PERDIDO LA BATALLA