“Vuelco Cero”: Desarrollan una guía para la sostenibilidad ambiental de criaderos porcinos

A partir de un trabajo motorizado por la Comisión Administradora para el Fondo Especial de Salto Grande, en el que reconocidos ingenieros ambientales de la provincia realizaron aportes, se desarrolló una Guía para la sostenibilidad ambiental de la producción porcina en criaderos.

Este trabajo fue entregado por el vocal de CAFESG, Eduardo Asueta, al secretario de Agricultura y Ganadería de la Provincia, Lucio Amavet. Los ingenieros que desarrollaron la Guía son Elbio Woeffray, Fernando Raffo, y Alfredo Mackinnon.

Al respecto Eduardo Asueta sostuvo que “la verdad es que estamos sumamente contentos porque hemos podido lograr fundamentaciones claras sobre un asunto que hoy por hoy está en pleno debate, y este debate se está dando con una perspectiva netamente ideologizada, y eso no es saludable para lograr entendimientos”.

“Estamos muy agradecidos a la participación de los profesionales intervinientes, por haberse desempeñado con muchísima responsabilidad social; asimismo, hemos definido unas consideraciones técnicas y legales sobre lo que –entendemos- debe ser el marco normativo de la actividad en Entre Ríos” completó el funcionario.

Por su parte, Amavet manifestó que recibieron “con buenas expectativas este trabajo porque le viene muy bien a la provincia, toda vez que es muy probable que el sector porcino siga creciendo, y estos trabajos contribuyen a ordenar la cuestión para que Entre Ríos siga siendo una provincia con economías regionales competitivas”.

“Conocemos el trabajo que vienen haciendo estos profesionales, y trabajamos articuladamente con CAFESG y con todos los organismos provinciales, para sumar esfuerzos” finalizó Amavet.

Del trabajo presentado se desprenden consideraciones tales como que Entre Ríos actualmente carece de una marco normativo específico para la producción porcina en criaderos; la producción porcina en criaderos tiene características técnico-ambientales propias, las cuales ameritan la conformación un marco ambiental específico para esta actividad; en la actualidad de Entre Ríos existen tecnologías accesibles para la producción porcina con sostenibilidad ambiental y económica, en el marco de la competitividad internacional.

Además, las inversiones para la sostenibilidad ambiental de los criaderos porcinos recomendadas representan, en conjunto, un porcentaje aproximado que es realmente marginal (5 %) en relación a la inversión global; la clara y consensuada ecuación ambiental, productiva y económica del uso agronómico de los purines justificaría un criterio legal de “vuelco cero” para las nuevas inversiones en el sector, y un esquema de metas que tienda al “vuelco cero” en emprendimientos que están en marcha.

Otra de las conclusiones a las que arriban es que la utilización de biodigestores tiene un impacto ambiental determinante para controlar los efluentes gaseosos mayoritarios del sistema producto, a la vez que provee energías para el conjunto del establecimiento productivo. Asimismo, la relación existente entre el costo de instalación y gestión, el impacto ambiental, y el retorno en generación eléctrica, hacen pensar que no sería para nada descabellada una regulación que estableciere de modo obligatorio el sistema de biodigestores para las nuevas inversiones, y un esquema de metas para las inversiones ya realizadas.

Por último, el trabajo entiende que las regulaciones de corte ambiental que dispongan inversiones a realizar deberían ir acompañadas de un esquema de financiamiento blando, accesible y suficiente para nuestras empresas.

Y finaliza destacando que es preciso que las Universidades e institutos técnicos de Entre Ríos empiecen a contribuir en mayor medida a la generación de capacidades sociales en torno a la gestión de biodigestores, y de la gestión ambiental de los establecimientos productivos.