La pandemia del Covid-19 profundizó las desigualdades

La crisis económica desatada por la pandemia del Covid-19 profundizó las desigualdades sociales en el país y en la provincia, según un informe de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad Nacional de Entre Ríos y que fue realizado por las economistas Cristela Roude y Rocío Agustina Arce, del Centro Interdisciplinario de Estudios de esa institución educativa.

En el informe, las autoras describen el impacto de la pandemia sobre el mercado laboral y sostienen que el sector más golpeado ha sido el de los asalariados informales y los cuentapropistas. El trabajo fue realizado en base a los indicadores de pobreza y desempleo del Instituto Nacional de Estadística y Censos.

«El escenario actual ha puesto al mundo a repensar y a cuestionar los modelos de desarrollo imperantes», aseguraron las economistas. «La crisis a causa del Covid-19 ha profundizado las desigualdades sociales», agregaron.

«La salida, claro está, será complicada. Para que se recomponga el mercado de trabajo es necesaria la recuperación de una serie de variables macroeconómicas. No solo se deberán implementar -y continuar- políticas públicas tendientes a mejorar esta situación, sino que además se necesitará de un crecimiento económico que genere las condiciones para recomponer la situación laboral. Esto deberá ser acompañado por una acción multilateral y colectiva, a los fines de garantizar una salida y transición más justa», escribieron en el informe de la UNER enviado a UNO.

En otro párrafo remarcaron que la pandemia dejó en claro la necesidad de un cambio de rumbo en materia económica: «Hoy más que nunca debemos replantearnos las bases sobre las cuales se desarrolla la producción y distribución de bienes y servicios. Es necesario poner en valor las actividades que garanticen la sostenibilidad de la vida y que tiendan a disminuir las brechas y desigualdades sociales».

Empleo informal

Según el informe, el mercado laboral argentino se caracteriza por su «volatilidad e inestabilidad» y por la presencia de un núcleo duro de trabajadores informales. La crisis del coronavirus encontró a este sector en un momento de «suma fragilidad», con un alto nivel de desempleo y un fuerte deterioro en la calidad de los puestos de trabajo, sostuvieron las autoras.

Manifestaron también que el 83% de la pérdida de empleo durante la pandemia es explicada por los asalariados informales y por los cuentapropistas.

Además indicaron que los últimos datos publicados por el Indec muestran la «drástica y difícil situación» que afronta la Argentina en términos laborales y consideraron que, si bien era previsible un desmejoramiento de las tasas, el panorama es «aún más complejo de lo esperado».

En ese sentido mencionaron que entre los meses de abril y junio de este año se evidenció una «acelerada contracción de las tasas de actividad y empleo», que se explica por la destrucción y precarización de los puestos de trabajo, lo cual da cuenta del efecto que tuvo la pandemia del Covid-19 en el país.

Inactivos forzados

Las autoras referenciaron que la reducción de la tasa de actividad puede ser explicado por diversos factores. Uno de ellos es que una gran proporción de trabajadores sufrió la pérdida de su puesto o fuente de trabajo, pasando a engrosar las filas de los desocupados; o bien se incorporó a la población inactiva, ya que debido a la situación se dejó de buscar activamente trabajo.

En segundo lugar, mencionaron la parte de la población que ya se encontraba desocupada y a partir de las restricciones de circulación impuestas, se vio en la imposibilidad de continuar la búsqueda laboral. A esta nueva categoría las economistas de la UNER denominaron “inactivos forzados”, en referencia a la emergencia y situación de un grupo de trabajadores que se ven obligados a dejar de buscar empleo por una situación extrema, que los retiene en sus hogares y limita sus posibilidades de continuar en la búsqueda activa.