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Me enteré con la lluvia. Quizá como metáfora limpiadora que le cabría a una persona de bien, laburante, sencillo, conocedor de la historia de la diaria de nuestra ciudad, de aquellas que los dueños de cierta verdá, apropiadores de relatos que le son ajenos, niegan al resto de los mortales.
Murió Néstor Bourband. En el Histórico lo van a extrañar mucho. Las gentes de a pie también, porque sabía compartir con humildad todo lo que sabía, todo lo que atesoraba. Lo conocí en mis tiempos de canillita, cuando trabajaba “en lo de Piñón” y luego nos seguimos viendo en el cruce diario.
En la mañana, sus restos pasarán por el Colegio que tanto amó. El resto, nosotros, nos quedamos con su recuerdo de buena gente.
Foto La Calle
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