Día de la industria

Aquel 2 de septiembre de 1587 zarpó del fondeadero del Riachuelo, que hacía las veces de puerto de Buenos Aires, la carabela San Antonio al mando de un tal Antonio Pereyra con rumbo al Brasil.

La San Antonio llevaba en sus bodegas un cargamento proveniente del Tucumán, fletado por el obispo de esa ciudad, Fray Francisco de Vitoria. Se trataba de tejidos y bolsas de harina producidos en la por entonces próspera Santiago del Estero. Lo notable es que dentro de las inocentes bolsas de harina, según denunció el gobernador del Tucumán Ramírez de Velasco, viajaban camuflados varios kilos de barras de plata provenientes del Potosí, cuya exportación estaba prohibida por Real Cédula.

Es decir que la “primera exportación argentina” encubre un acto de contrabando y comercio ilegal. Desde 1941 se celebra en Argentina el 2 de septiembre como el Día de la Industria. Resaltándose  este envío  de Tejidos y harinas como la primera exportación  desde nuestro territorio, paradójicamente,  es también el primer contrabando que se detecta, es para homenajear a la Industria Nacional se eligió un hecho  que  conlleva  al delito.

Francisco de Vitoria

Poco se sabe de su origen,  solo  se supone que nació en Portugal, que su familia, si bien era castellana profesaba el judaísmo y debió convertirse al catolicismo, cuando fueron expulsados de España, muy joven y en busca de fortuna se trasladó al Virreinato del Perú, donde trabajó en el comercio. Como no tuvo éxito con los negocios, en 1560 ingresó a la Orden de Predicadores donde cursó sus estudios y se ordenó como fraile dominico, obteniendo el título de maestro en Teología.

Fue ordenado Obispo por Gregorio XIII y destinado a Córdoba del Tucumán, donde tuvo conflictos con el Gobernador de Lerma, tuvo varias acusaciones entre ellas las de tener una amante, pero estas nunca fueron tratadas en proceso alguno, hasta presentó sus renuncia a la curia romana peor es posible que esta nunca arribara  la Vaticano.

El Obispo Francisco de Vitoria había servido en Charcas a un mercader y allí pudo entablar relaciones comerciales con los miembros más notables de la Audiencia, lo que le permitió obtener un permiso para importar esclavos desde el Río de la Plata. Hasta entonces no había entrado ni un solo esclavo por Buenos Aires. Vitoria fue el pionero del tráfico negrero en estas tierras.

El desarrollo industrial en estos territorios tardaría siglos en llegar. Recién hacia fines del XVIII arribaron a Buenos Aires las primeras manufacturas inglesas, pero la masiva penetración de bienes importados imposibilitó el desarrollo industrial, que debió esperar largamente hasta entrado el  XX. El debate originado entre librecambistas y proteccionistas se extendió largamente durante los siglos XIX, XX y continúa en nuestros días.

Elías Almada-  DNI 14936811  – Email: almada-22@hotmail.com