Nicolás Mattiauda: «El retroceso sanitario de Gualeguaychú es por la impericia del gobierno municipal»

El regreso de Gualeguaychú a la fase 1 de aislamiento social, preventivo y obligatorio no es por culpa de la sociedad, sino por la impericia del equipo de gobierno local que ha fracasado en la administración de la pandemia a pesar de ser médicos el intendente, el primer concejal, el senador provincial y el director del hospital, que además es titular del área de salud municipal.

Siempre la responsabilidad es de quienes gobiernan, máxime en situaciones de crisis sanitarias como la que atravesamos. Pero ha quedado demostrado que el equipo de gobierno no está a la altura de las circunstancias y que lejos pueden aspirar proyectarse a administrar una provincia.

Primero le voy a decir al concejal Juan Boari que el senador provincial pertenece a su partido, lo que evidencia su desconocimiento sobre los cargos que existen y de quiénes los ocupan. En su opinión y la que compartieron algunos de sus pares de banca y funcionarios municipales, sobre los que se movilizaron el 17 de agosto se evidencia un profundo rencor, molestia y odio que supera cualquier posibilidad de respuesta. Participé de una protesta genuina, que no organizó la oposición, en la que se expresó la ciudadanía disconforme con diversas cuestiones, entre ellas el manejo de la cuarentena precisamente.

Y también protestaron sobre un tema no menor: la reforma judicial que impulsa el gobierno que el concejal representa y que en un momento tan delicado como el que se vive no es prioritaria. Entonces, es lógico que para el concejal del oficialismo la protesta ciudadana no tenga sentido ni razón de ser: claramente, defiende la impunidad de los corruptos.

Recuerdo, además, que en el mes de abril Boari desalentó el tapabocas cuando sus pares de la oposición plantearon públicamente la necesidad de que se exigiera su uso. Sin dudas, también hizo una utilización política de ello. Hoy no solo es obligatorio en lugares cerrados, sino que además la Municipalidad hace campañas al respecto.

El regreso a la fase 1 demostró la incapacidad de la gestión local para administrar los aspectos de la salud. Es inadmisible que carguen toda la responsabilidad en la sociedad cuando, por ejemplo, en los accesos a la ciudad los controles son ineficientes, principalmente los días de lluvia o de mucho frío, sirven más para complicar a los habitantes que por diferentes razones deben entrar y salir de la ciudad, que para evitar que el virus ingrese a Gualeguaychú.

Es muy bajo, y además es buscar el camino más corto, echarle la culpa a la gente, y a una movilización que se hizo en vehículos, por el fracaso sanitario de una gestión. Todos sabemos que los positivos y los muertos de estos días nada tienen que ver con lo que pasó el lunes 17 en Gualeguaychú. Eso es querer encontrar responsables para tapar la inoperancia del equipo de gobierno.

¿Los sorprenden los datos? ¿Venían contando mal los casos de contagios? ¿Especularon con el comportamiento social? ¿Fallaron los cálculos de previsibilidad con que sorprendió el colapso del sistema?

El equipo de gobierno local, repleto de médicos, no hace ninguna autocrítica de su fracaso y por eso busca responsables en la sociedad. Ha demostrado su inoperancia a tal punto que Gualeguaychú es la segunda en cantidad de positivos y fallecimientos en la provincia, detrás de Paraná, y con mucha diferencia sobre el resto.

Volver a la fase 1 profundizará los problemas económicos de la sociedad y volverá a golpear de frente contra los laburantes que no son considerados “esenciales” para el gobierno, como los comerciantes y profesionales de diferentes actividades, pero sí para sus familias porque significan su principal ingreso. Hay sectores que no tienen más margen, que no pueden más porque el Estado nunca les alivianó la carga.

La mayor responsabilidad es del gobierno local, aunque la quieran pintar de otro color. Ha sido un municipio pasivo, que liberó controles o que no supo cómo controlar el movimiento de la ciudad cuando aumentó el caudal de gente en el centro, en el parque, en la costanera o en el puerto. Un Estado que no tuvo una fuerte presencia en la etapa preventiva y que se conformó con promover algunas acciones mediante redes sociales en una ciudad que había recobrado su normalidad.

Hemos sido una oposición muy respetuosa de las decisiones que se han tomado, incluso muchos sectores nos criticaron por nuestro silencio. Hasta acá acompañamos criteriosamente y desde el lugar que las autoridades locales nos ubicaron y es por eso que exigimos mayor respeto desde el oficialismo ante el exceso descalificaciones personales.

No pueden quejarse de que han tenido las manos liberadas para tomar las todas las decisiones que quisieron respecto al manejo de la crisis sanitaria. Y hasta ahora la inoperancia que han tenido nos llevaron a esta situación en perjuicio de un sector importante de la sociedad.

Deberían hablar más de su impericia y no mentirle a la ciudadanía. Deberían empezar a hacerse cargo de lo que les corresponde.

 

* Diputado provincial del PRO, integrante del interbloque Cambiemos.