Imponente desde su estructura, la ex-Central Termoeléctrica Caseros ya va mostrando los primeros atisbos de lo que será el centro cultural más grande de Concepción del Uruguay, y uno de los más completos de la provincia de Entre Ríos.
A poco más de tres años de comenzarse los trabajos, la obra lleva algo más del 35% de avance y está previsto que la primera de las etapas del proyecto esté lista para los primeros meses de 2021.
Si bien las prioridades del gobierno provincial se han abocado de lleno al tema sanitario en toda la provincia, las obras en la antigua usina de La Histórica continúan, aunque a un ritmo menos acelerado.
De acuerdo al cronograma que se ha conocido se cree que para principios del año que viene estaría lista toda un área destinada a aulas para la enseñanza de diversas expresiones artísticas, esparcimiento, administración y sanitarios.
Se trata de un ala ubicada a lo largo de todo el extremo norte de la estructura donde funcionaban los antiguos talleres y almacenes de la usina generadora de energía. Allí hay una parte con tres niveles abiertos que estarán dedicados, entre otras cosas, a la música, estudios de grabación, danza, teatro y espacios de esparcimiento. En la misma ala, se estaría finalizando todo un sector de aulas y espacios de enseñanza de arte, un sector dedicado a la administración y un bloque de sanitarios.
El proyecto inicialmente avanzó de forma integral, tanto en los salones principales, que son los que dan sobre calle Artusi, como en la zona de talleres donde están trabajando hoy. En el primer sector se hizo un enorme trabajo de remoción de material y movimiento de suelo para poder avanzar, finalmente toda esa parte de la estructura exterior está casi terminada y ahora las obras están abocadas a finalizar esta parte del sector norte del centro cultural.
La obra se adjudicó en mayo de 2016 y en noviembre de ese mismo año se firmó el contrato con la empresa Traza, que es la que está a cargo de la obra que está totalmente financiada con fondos provinciales. En el marco de la actual crisis sanitaria, se estima que los tiempos de finalización se dilatarán debido a la priorización que ha hecho el gobierno sobre obras y equipamiento dedicado a cuestiones sanitarias en todos los departamentos, sin embargo, los trabajos en la antigua usina no se han paralizado.
Detalles
Algunas de las viejas estructuras que serán preservadas son la fachada, la alta chimenea y el tanque elevado que puede observarse fundamentalmente desde calle Artusi.
La chimenea se resignifica como hito urbano y como emblema de esta nueva centralidad de la ciudad. Funcionará como un ícono en la ciudad identificando esta nueva área cultural-recreativa.
Las instalaciones se convertirán en un centro cultural con auditorio para 580 personas, con acento en el acondicionamiento acústico. También habrá sectores para exposiciones artísticas, que se ubicarán tanto debajo del auditorio como en terrazas que tendrán vista al río.
El proyecto se propone restaurar el edificio existente tal cual es, pintándolo de blanco y caracterizando los nuevos usos a través del equipamiento móvil y transformable.
Se consideró que la calidad espacial de las naves industriales del edificio de la exusina debe ser respetada, mantenida y rescatada como tema principal del proyecto.
Esto será el gran salón cuyo exterior hoy ya se puede ver en gran medida con lo que será su aspecto central, totalmente diferenciado de la gran nave continua que se encuentra tal cual fue abandonada hace décadas y que será parte de una segunda etapa del proyecto final para el centro cultural.
En esta nave frontal se plantea un gran hall circulatorio que conecta todo el edificio de punta a punta. Este hall funciona como circulación, como foyer de entrada al auditorio, a la sala de artes plásticas y a la sala de expresión contemporánea.
A su vez, podrá albergar muestras temporales, esculturas de gran tamaño o podrá incorporarse como parte de la muestra de artes plásticas o como parte complementaria de la sala de expresión contemporánea.
Antigua usina
La Central Caseros fue una iniciativa gigantesca que tuvo la provincia de Entre Ríos en materia de energía a finales de la década del 20 del siglo pasado y que alcanzó su apogeo en los años 60 cuando esta usina fue la de mayor potencia instalada en la provincia.
Surgió como una ampliación y modernización de la usina de Obras Sanitarias de la Nación instalada originalmente. Según detalla Omar Gallay en su libro El asunto de la luz, sus calderas llegaron a generar energía para Concepción del Uruguay y varias localidades vecinas. Tomaba agua directamente del riacho itapé, y un ducto conectado con la planta de YPF abastecía los tanques de fueloil que todavía se pueden ver en el lugar.
Finalmente, su decadencia vino de la mano de la construcción de Salto Grande y la nueva tecnología para la generación de electricidad en Entre Ríos y toda la región.
En 1980 fue desactivada y pasó a ser parte de una “reserva fría” que tenía la provincia para la provisión de energía. En 1981 fue puesta fuera de servicio. En ese momento contaba con una potencia instalada de 22,9 Mw. Su personal sostuvo el mantenimiento del equipamiento durante un año ante la posibilidad de una potencial puesta en marcha.
Esto finalmente ocurrió en 1989, en medio de una enorme crisis energética que obligaba a cortes programados en todo el país. Se la puso a punto y durante varios meses logró ponerse en marcha.
Su destino quedó sellado para siempre poco tiempo después, y en 1990 fue cerrada para siempre.
Fuente: Diario UNO.